Flaco favor se le hace a la libertad de expresión en Colombia los enfrentamientos recientes a través de “X” por parte del presidente Gustavo Petro y las periodistas Vicky Dávila de la Revista Semana y María Jimena Duzán de la Revista Cambio. Este enfrentamiento con los medios de comunicación ha sido la constante del gobierno Petro. Sus quejas normalmente se han centrado en acusar a los medios de desinformar, de no decir la verdad, de registrar lo negativo del gobierno. Los acusa de “Neonazis”, de “Mossad” de no informar con objetividad y otros calificativos. Acusa a la FLIP de estar controlada por el exvicepresidente Francisco Santos, a quién acusa de paramilitarismo y por supuesto la FLIP al igual que las periodistas afectadas le responden al presidente Gustavo Petro. Este rifirrafe que no conduce a nada, sino a polarizar más el país, de lo que esta polarizado, hace un daño tremendo a la democracia y por supuesto pone en peligro la vida de los periodistas que se atrevan a denunciar hechos de corrupción. Son muchos los periodistas muertos por denunciar actos de corrupción al igual que hay un gran número de ellos amenazados, y es muy poca la seguridad que les brinda el gobierno. No nos equivoquemos lo más preciado que tenemos es un Estado con un gobierno democrático, que debe ser respetuoso de las leyes y por supuesto de la libertad que tienen los periodistas de informar a sus lectores u oyentes con responsabilidad. Solo los gobiernos autoritarios son los que no permiten la libre profesión de periodista, tal como sucede en Venezuela y otros países del mundo.
Lo que solicita la periodista María Jiménez, es un simple derecho de petición que debe responder la funcionaria Laura Sarabia Torres, por ello no entendemos por qué tuvo que intervenir el presidente Gustavo Petro, como si su funcionaria de confianza no supiera dar respuesta a la periodista. ¿Con este comportamiento que mensaje quiere mandarles el presidente a los periodistas? Intimidarlos, para que no denuncien o soliciten información. Por ahí, presidente no es la cosa.
Hoy los funcionarios públicos de todo nivel, no responden las solicitudes y derechos de petición que presentan los ciudadanos, por la sencilla razón que nunca son sancionados por la Procuraduría. Si esta entidad los sancionara hoy los despachos judiciales no estuvieran congestionados, lo que haría efectiva la administración de justicia. Margarita cabello, en su tiempo en la PGN, a cuantos funcionarios a sancionado disciplinariamente por no responder una solicitud o un derecho de petición. Sobre todo, en Barranquilla, que manejan la información pública como si fuera su propio negocio.
Para que puedan formarse una idea, de esta trifulca publicaremos los principales trinos de los personajes involucrados: El presidente Petro a María Jimena:
He respetado en su vida periodística a María Jimena, la consideró una periodista de verdad y víctima de la violencia paramilitar. Pero seguir la carrera de Vicky es un camino de desacierto y mentira. Insinuar que yo cambio cargos en mi gobierno por consejas, es un verdadero irrespeto a mi mismo. Ya me irrespeta con saciedad la revista Semana pero no lo espero de Maria Jimena. Se que el «periodismo Mossad» se impone. Quieren destruir a Sarabia solo para destruir el gobierno y comenten villanías y canalladas.
María Jimena le responde “He recibido amenazas y señalamientos que me tildan de ser un terrorista miembro del Mossad y todas ellas se fundamentan en las falsas e infames acusaciones que usted presidente @petrogustavo me ha hecho. El uribismo nunca me bajó de guerrillera y usted me puso la lápida de terrorista.
El ciudadano presidente Gustavo Petro a Vicky Dávila “A esta señora la financia un grupo económico. Su tarea permanente es calumniarme. ¿Para qué? Para hacer política de extrema derecha. Sabe que la ideología extremista que difunde se basa en dos pilares: la mentira y el miedo. Sabe que la táctica comunicacional de la mentira la enseñó Goebbels. Sin embargo, el presidente no puede defenderse porque si no es él el que ataca. La víctima cambia de lugar”.
Vicky Dávila le responde al presidente Petro “Esta ‘señora’, como usted me llama, solo está alertando a los colombianos sobre sus peligrosos planes, presidente. Todo lo que usted hace y dice conduce a un solo objetivo, quedarse en el poder, acabar con la democracia y la libertad. A mí no me financia nadie”. “Yo soy una mujer trabajadora como millones de colombianos a los que usted les quiere destruir el país, nuestro país. Usted no es una víctima. Y no crea que le temo, pienso que Dios me cuida, aunque usted me ataque por hacer mi trabajo como periodista y me ponga en un riesgo mayor cada día”.
Ante estos ataques del presidente Petro a los periodistas, vale traer a colación lo expresado por quién a mi juicio es y ha sido uno de los mejores periodistas del país Juan Gossain “La libertad de prensa es un derecho que genera deberes. Al frente suyo hay un ciudadano que está esperando que usted lo informe verazmente.» «No hay una sola noticia en el mundo que valga más que una sola vida humana». «No hay nada que merezca una mentira periodística. Ni siquiera los mejores propósitos merecen que se mienta por ellos».
No se le puede olvidar al presidente Petro, que el periodismo en Colombia está protegido por nuestra constitución en su artículo 73, como también en el artículo 19 de la declaración universal de los Derechos Humanos “la actividad periodística gozará de protección para garantizar su libertad e independencia. La libertad de prensa es un derecho humano básico. Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión. Este derecho permite que personas y medios de comunicación informen e investiguen de manera independiente y sin restricciones, lo que a su vez posibilita que los y las ciudadanas tomen decisiones informadas y responsables”.
El periodismo en Colombia está registrado en la Ley como actividad profesional, regularizada y amparada por el Estado (Artículo 1) Ley de Prensa.
No hay duda, en Colombia la profesión de periodista está amparada por la ley y la constitución, debe ejercerse con libertad de expresión y movimiento, con el derecho a preguntar, a solicitar información pública, a investigar y sobre todo ejercerla con responsabilidad.
Presidente Gustavo Petro, ese no es el camino del cambio que el país necesita. Usted no está ni debe estar para polemizar con los periodistas. Los periodistas deben centrarse en “informar” con objetividad, veracidad y prontitud. La libertad de prensa, no le da autorización para calumniar, ni para mentir.
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