Por: Roque Yidi
En tiempos de olimpiadas, algunos se especializan en el deporte de criticar sin fundamento. Mientras ellos se entrenan en esta disciplina, Barranquilla sigue ganando medallas en eficiencia fiscal y desarrollo urbano. En lugar de chismes, aquí hay hechos que realmente valen la pena.
En los últimos 20 años, Barranquilla ha vivido una transformación notable. A finales de la década de 2000, la ciudad enfrentaba una crisis financiera severa, con servicios públicos deficientes y una capacidad de inversión en infraestructura casi nula. Sin embargo, hoy es un modelo de desarrollo urbano en Colombia.
¿Cómo se logró esta transformación?
Primero, la voluntad política de Alex Char fue crucial. Durante su alcaldía, Char inició un cambio significativo. Sus sucesores continuaron y expandieron este legado, asegurando políticas efectivas y sostenibles.
La colaboración entre el sector público y privado ha sido esencial para implementar políticas exitosas. La eficiencia en la administración pública se refleja en el informe del Departamento Nacional de Planeación (DNP), que muestra a Barranquilla como la ciudad más eficiente en gastos de funcionamiento entre las cinco más grandes de Colombia. Esto demuestra una gestión orientada a la optimización y transparencia.
Otro aspecto destacable es el porcentaje del presupuesto destinado a infraestructura. Barranquilla lidera entre las cinco principales ciudades de Colombia en este aspecto, garantizando que la mayor parte del presupuesto se invierta en desarrollo urbano, no en burocracia.
En cuanto al recaudo de impuestos, Barranquilla ha mostrado una evolución sin precedentes a nivel nacional. Aunque algunos críticos se enfocan en el endeudamiento de la ciudad, es esencial destacar de dónde proviene el respaldo para dicha deuda. El recaudo del impuesto predial en Barranquilla crece a un ritmo del 16%, mientras que Bogotá crece al 5% y Cartagena al 7%. En el impuesto de industria y comercio, Barranquilla crece a un ritmo del 37%, mientras que Cali y Bogotá crecen al 2% y 3%, respectivamente. Este éxito es fruto de la inversión en infraestructura, que ha atraído inversionistas y fortalecido la economía local.
Finalmente, Barranquilla supera a las cinco ciudades más grandes de Colombia en ingresos tributarios, con un crecimiento del 26%, frente al 4% y 5% de Medellín y Bogotá, respectivamente.
Entre los deportistas de sofá y teclado, Barranquilla sigue avanzando con hechos, demostrando que el progreso real no se encuentra en las críticas vacías, sino en los resultados concretos.
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