Por: Jorge Vergara Carbó
Doce años, para que la Aerocivil le diga al país, que no pudo recuperar la plata que la
empresa ACSA le quedo debiendo, al no invertir los recursos que le entregó en el año
2011.
Acabamos de recibir respuesta de la Aero Náutica Civil, a un derecho de petición que le
hiciéramos recientemente en donde prácticamente nos dicen que después de doce años,
la Aerocivil reconoce que no ha sido posible a pesar de los tramites de embargos
recuperar la plata que le entregó a la concesionaria del Aeropuerto de Barranquilla, tal
como lo explican en la misiva que recibimos y que anexamos en este documento.
Tampoco la CGR ha podido recuperar esa plata, a pesar de haber intervenido desde el
año 2011, en el proceso de embargo que emprendió.
La Aerocivil en su repuesta nos dice dos cosas: La primera que no puede embargar a la
Cámara de Comercio de Barranquilla, que tiene el 24.2%, de las acciones, ni tampoco a
los particulares socios de la empresa, aduciendo que son “Gestores Fiscales” basados en
una sentencia del año 2022. La segunda que dará traslado a la CGR, FGR y PGN para lo
que a bien tengan.
Los socios de Acsa son: Cámara de Comercio de Barranquilla 24.20%; Terpel del Norte
9.62%; Promigas 9.62%; sociedad Portuaria Regional 7.87%; Argos 4.66%; Central de
Abastos 4.66%; Comité Intergremial 3.21%; Fundación ProBarranquilla3.21%; Zona
Franca 3.21%; Fenalco 3.21%, y los empresarios a título personal Guido Nule 3.50%;
Raúl Riveira 3.21%, y otros 0.58%. Todas estas empresas constituyen la empresa
llamada “Aeropuerto de Barranquilla “con un 60%, de la concesión. El otro 40%, lo tiene la
empresa AENA de España, las dos empresas constituyen la empresa ACSA encargada
de la concesión del Aeropuerto Ernesto Cortissoz por 15 años.
No solo perdimos dinero público, sino que estos señores de Acsa le hicieron un daño
tremendo a Barranquilla y Soledad al perder la oportunidad de haberse convertido ese
aeropuerto en un aeropuerto HUB como lo es hoy Panamá. Esto último es más importante
que la plata que se quedo en sus manos, perdimos conexión con el mundo y por ende
trabajo bien remunerado.