Banco Mundial
No hay duda alguna de reconocer el papel que juegan las remesas que nuestros compatriotas mensualmente le giran a sus familiares principalmente desde los Estados Unidos y España. Esos dólares contribuyen a reactivar la demanda interna de la economía y por ende aportan al crecimiento económico del país.
En el año 2023, las remesas fueron US$10.091 millones, representaron el 6.5% del total de remesas que recibe América Latina y el Caribe, fueron superiores en un 7%, a las del año anterior US$9.428 millones, con tendencia al alza en el 2024, y contrario a la desaceleración de las remesas en AL. Contribuyen con el 3%, del PIB de 2023, en dólares US$328.000 millones, y el 20.3%, de las exportaciones US$49.545 millones, y el 16%, de las importaciones US$62.797 millones.
Ante estas cifras, el gobierno colombiano debería fijar unas políticas orientadas a facilitar el envío de remesas y a un costo más bajo del actual. Por supuesto con los controles necesarios, para que no se presenten situaciones de lavado de dinero a través de este mecanismo, tal como parece se estuvieran dando.
Sin las remesas, la economía colombiana no hubiera crecido al 0.6%, como lo logró en el 2023.
Jorge Vergara Carbó
CIUDAD DE WASHINGTON, 26 de junio de 2024. Tras un período de fuerte crecimiento durante 2021‑22, los flujos de remesas enviados oficialmente hacia países de ingreso bajo y mediano se moderaron en 2023 y alcanzaron una cifra estimada de USD 656 000 millones, según la última reseña sobre migración y desarrollo publicada hoy por el Banco Mundial.
La modesta tasa positiva del 0,7 % refleja grandes variaciones en el crecimiento entre regiones, pero las remesas continuaron siendo una fuente crucial de financiamiento externo para los países en desarrollo en 2023 y contribuyeron a fortalecer las cuentas corrientes de varias naciones que luchan contra la inseguridad alimentaria y los problemas de deuda. En 2023, las remesas superaron a la inversión extranjera directa y a la asistencia oficial para el desarrollo.
De cara al futuro, se prevé que las remesas hacia países de ingreso bajo y mediano crecerán a un ritmo más rápido en 2024, del 2,3 %, aunque este crecimiento no será igual en todas las regiones. Entre los posibles riesgos a la baja para estas proyecciones figuran un crecimiento económico menor de lo previsto en los países de ingreso alto que reciben a migrantes y la volatilidad de los precios del petróleo y de los tipos de cambio.
“La migración y las remesas conexas son motores esenciales del desarrollo económico y humano”, dijo Iffath Sharif, directora de la Práctica Global de Protección Social y Trabajo del Banco Mundial. “Muchos países están considerando gestionar la migración debido a los desequilibrios demográficos mundiales y el déficit de mano de obra, por un lado, y los altos niveles de desempleo y la deficiencia de capacidades, por el otro. Estamos trabajando en la preparación de alianzas entre los países de origen y de destino de migrantes para facilitar la capacitación, especialmente de los jóvenes, de modo que adquieran las habilidades necesarias para obtener mejores empleos e ingresos en sus propios países o en el extranjero”.
En 2023, los flujos de remesas aumentaron más en América Latina y el Caribe (7,7 %), seguida de Asia meridional (5,2 %) y Asia oriental y el Pacífico (4,8 %, excluida China). En África subsahariana se registró un ligero descenso del 0,3 %, mientras que en Oriente Medio y Norte de África se observó una caída de casi un 15 % y en Europa y Asia central, de un 10,3 %.
“La resiliencia de las remesas pone de manifiesto su importancia para millones de personas”, dijo Dilip Ratha, economista principal y autor responsable del informe. “Aprovechar las remesas para promover la inclusión financiera y el acceso a los mercados de capital puede mejorar las perspectivas de desarrollo de los países receptores. El Banco Mundial tiene como objetivo reducir los costos de las remesas y facilitar los flujos formales mitigando los riesgos políticos y comerciales para promover la inversión privada en este sector”.
El envío de remesas sigue siendo demasiado costoso. En el cuarto trimestre de 2023, el costo promedio mundial de enviar USD 200 era del 6,4 % del monto enviado, valor ligeramente superior al 6,2 % del año anterior y muy por encima de la meta del 3 % establecida en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Las remesas digitales tuvieron un costo más bajo, del 5 %, en comparación con el 7 % de los métodos no digitales, lo que pone de relieve los beneficios de los avances tecnológicos para reducir la carga financiera de los migrantes.
Dado que las remesas son cada vez más importantes, la recopilación precisa de datos es esencial para respaldar los ODS de las Naciones Unidas relativos a la reducción de costos y el aumento del volumen. Sin embargo, los datos estadísticos siguen siendo incongruentes o incompletos. La brecha mundial entre los flujos de remesas que entran y los que salen se ha ampliado, y los canales informales son un factor importante en esta ecuación; un ejemplo de esto es el caso de los migrantes que llevan dinero en efectivo cuando regresan a sus hogares. El Grupo de Trabajo Internacional para Mejorar los Datos sobre los Flujos de Remesas (RemitStat) dará a conocer este año un informe con recomendaciones para mejorar estos datos.
Tendencias regionales de las remesas
Las remesas a Asia oriental y el Pacífico, excluida China, aumentaron un 4,8 % y alcanzaron los USD 85 000 millones en 2023. Las remesas son cruciales para algunas economías insulares del Pacífico como Palau, Samoa, Tonga y Vanuatu. Cabe destacar que Tonga fue el país más dependiente del mundo, ya que las remesas representaron el 41 % del producto interno bruto. Sin contar a China, se prevé que los flujos de remesas hacia la región aumentarán un 3,2 % en 2024. El costo de enviar USD 200 a la región promediaba un valor del 5,8 % a fines de 2023, con costos de hasta el 17,1 % en el corredor más caro.
Se calcula que los flujos de remesas hacia Europa y Asia central disminuyeron un 10,3 % y se ubicaron en los USD 71 000 millones en 2023. Esta caída estuvo impulsada por la reducción de las transferencias de Rusia a muchos países de Asia central. Además, la invasión rusa a Ucrania contribuyó a que las remesas a Ucrania y Rusia fueran menores de lo previsto. Se estima que los flujos de remesas hacia la región caerán un 1,9 % en 2024. El costo de enviar USD 200 a la región (excluida Rusia) alcanzó un promedio del 6,7 %, frente al 6,4 % del año anterior.
En América Latina y el Caribe, se estima que los flujos de remesas se desaceleraron al 7,7 % en 2023 y se ubicaron en los USD 156 000 millones, pero continúan estando respaldados por la solidez del mercado de trabajo de Estados Unidos. México recibió USD 66 200 millones, lo que representa un aumento del 7,8 %; con este valor mantiene su posición como el principal receptor de la región. El crecimiento regional fue muy variado, desde un aumento del 44,5 % en Nicaragua hasta una disminución del 13,4 % en Argentina. Se espera que los flujos de remesas hacia la región aumenten un 2,7 % en 2024. El costo de enviar USD 200 a la región fue del 5,9 % en promedio, prácticamente el mismo valor que el año anterior.
Las remesas a Oriente Medio y Norte de África cayeron un 15 % y se ubicaron en los USD 55 000 millones en 2023, sobre todo debido a la fuerte disminución de los flujos hacia Egipto. Es probable que la divergencia entre los tipos de cambio oficial y paralelo haya hecho que las remesas se desviaran a canales no oficiales. Según se informa, los flujos oficiales con destino a Egipto repuntaron después de que se unificaron los tipos de cambio en marzo de 2024. Los flujos de remesas entre los países de la región se vieron afectados por la desaceleración del crecimiento en los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG). Se espera que los flujos se recuperen un 4,3 % en 2024. El costo de enviar USD 200 a la región fue, en promedio, del 5,9 %, valor inferior al 6,7 % registrado el año anterior.
Los flujos de remesas a Asia meridional aumentaron un 5,2 % en 2023 hasta alcanzar los USD 186 000 millones, lo que constituye una caída respecto del aumento de más del 12 % registrado en 2022. El crecimiento estuvo impulsado por India, que registró un aumento del 7,5 % y alcanzó los USD 120 000 millones, gracias a la solidez de los mercados laborales de Estados Unidos y Europa. La disminución de los flujos de salida de los países del CCG, afectada por la caída de los precios del petróleo y los recortes de producción, contribuyó a la desaceleración. Se estima que las remesas crecerán un 4,2 % en 2024. El costo de enviar USD 200 a la región fue, en promedio, del 5,8 %, valor superior al 4,2 % registrado el año anterior.
Los flujos de remesas hacia África subsahariana alcanzaron los USD 54 000 millones en 2023, lo que representa una ligera disminución del 0,3 %. Las remesas constituyeron un respaldo para las cuentas corrientes de varios países africanos que lidiaban con inseguridad alimentaria, sequías, interrupciones en las cadenas de suministro, inundaciones y dificultades en el servicio de la deuda. Entre los países que dependen en gran medida de las remesas se encuentran Gambia, Lesotho, Comoras, Liberia y Cabo Verde. Se estima que las remesas crecerán un 1,5 % en 2024. El costo de enviar USD 200 a la región asciende, en promedio, al 7,9 %, casi el mismo valor que el año anterior.
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