Superman (2025): Una película más… pero no cualquiera

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Por: Jegman

Este 8 de julio fue el preestreno de Superman, una película más en la historia del cine de superhéroes, pero también una muy significativa. Con un título minimalista, aunque cargado de simbolismo casi barroco, esta obra dirigida por James Gunn no solo revive a un ícono, sino que lo reinterpreta como faro de esperanza en tiempos inciertos.

Hablar de Superman siempre parece una exageración… hasta que lo vemos en pantalla. No porque creamos literalmente en él, sino porque necesitamos creer que existe algo —o alguien— que nos recuerde que el bien aún es posible. Esta cinta no es solo entretenimiento: es una propuesta emocional, un eco de lo que muchos soñamos de pequeños cuando leíamos cómics.

Frente al tono más oscuro y melancólico del Superman de Henry Cavill, Gunn nos presenta un héroe luminoso, profundamente humano, comprometido con los valores. En esta versión, Superman (David Corenswet) no solo salva humanos: también se rodea de gestos simbólicos, como la protección de animales vulnerables —con un guiño especial al entrañable Krypton, su perro—, y una constante conexión con lo ético, con lo justo.

El villano, Lex Luthor (Nicholas Hoult), también está notablemente construido. Ya no es solo el magnate excéntrico e inteligente de siempre. Aquí lo vemos más emocional, más inseguro, más humano en su propia oscuridad. Su lucha es contra Superman, sí, pero también contra la moral, contra la decencia, contra la imagen de un hombre que elige servir antes que dominar.

La película no está centrada únicamente en Superman. Gunn introduce a otros héroes del universo DC, como Guy Gardner (Nathan Fillion), una de las versiones de Green Lantern; Hawkgirl (Isabela Merced); Mister Terrific (Edi Gathegi); y Metamorpho (Anthony Carrigan), quienes aportan variedad y dinamismo a una narrativa interconectada.

Los efectos especiales merecen una mención aparte: hiperrealistas, detallados, conectados con esa esencia de los cómics que nos recuerda por qué amamos estas historias. Gunn logra que lo fantástico parezca verosímil, sin perder la estética visual que une el cómic con el cine.

Superman (2025) marca el inicio de una nueva etapa para DC Comics. No solo porque visualmente se reinventa, sino porque emocionalmente se reconcilia con su esencia: esperanza, justicia, valor. Y lo que viene promete aún más… porque ya llegó Supergirl (Milie Alcock), y estamos listos para verla.